Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos por algunos tipos de mohos y levaduras. Estos pueden originarse en condiciones de calor y humedad adecuadas tanto en piensos como en forrajes, de hecho, suele haber un cierto grado de contaminación de toxinas de este tipo tanto en piensos comerciales como en henos, los cuales no son significativos como para llegar a producir síntomas, aunque su presencia no es deseable.

En ocasiones, la manipulación, el procesado y el almacenamiento incorrecto de piensos y forrajes, puede dar lugar a la proliferación de cantidades tóxicas de micotoxinas, las cuales pueden producir graves consecuencias en el caballo.

El caballo puede mostrar síntomas desde hepatopatías, pérdida de peso, cólicos, problemas respiratorios, gastrointestinales, de inmunidad, mala absorción intestinal, a síntomas neurológicos, etc. y en casos más graves, el fallecimiento del caballo de forma fulminante.

Siempre es bueno conocer el grado de contaminación de micotoxinas del pienso o el heno, pero si existe una sospecha por sintomatología, un análisis puede desvelar si existe presencia de micotoxinas, cuales y en qué grado.

Este análisis proporciona valores de:

- Aflatoxinas B1

- Aflatoxinas totales (B1, B2, G1 y G2)

- Deoxinivalenol

- Fumonisina (B1 y B2)

- Ocratoxina A

- Patulina

- T2 + HT2

- Zearalenona